Queremos dedicar un momento especial para agradecer a Dios por cada bendición y por guiar nuestros pasos con amor y sabiduría. Su presencia en nuestras vida nos dan fuerza, esperanza y la certeza de que nunca estamos solos.
A nuestros padres, gracias desde lo más profundo de nuestros corazón. Su amor incondicional, su apoyo constante y sus enseñanzas han sido el pilar fundamental en nuestras vidas.