 
															Como en cuento de hadas y estrellas mañaneras hoy me levanto a contar mis quince hermosas primaveras,
dejo atrás mi adorada infancia que junto con los míos muy feliz pasé, para iniciarme en mi adolescencia, con fe , amor y con la bendición de Dios, me hago ¡mujer!
 
															 
															 
															 
							 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															